En este momento me encuentro en un espacio blanco. Tan blanco que no se ve nada más. El suelo esta ausente, sólo veo blanco bajo mis pies, aunque no caigo. Me mantengo de pie sobre esta nada llena de posibilidades. No hay horizontes, no hay límites, ni hacia adelante, ni hacia atrás, ni hacia los lados. Me mantengo cubierto por esta libertad tan grande que me llena de una emoción un poco parecida al temor, pero también a la adrenalina de lo excitante.
Cuando por fin comienzo a familiarizarme con lo desconcertante de esta nada, de pronto te veo frente a mí. No apareciste, no te había visto, pero siento como que ya estabas ahí desde el principio:
Tu: Hiii!
Me dices con ternura, y como si hubieras esperado a que estuviera consciente de tu presencia para dirigirme la palabra.
Yo: Hola.
Completamente extrañado, te me quedo mirando para intentar descubrir cómo es que tu pareces tan certera en este lugar de libertad atemorizante.
Tu: No soy real! Por más que le busques no le hallarás sentido a mi presencia aquí.
Yo: ¿Cómo?, ¿Me estás diciendo que esto es un sueño?
Tu: Mmm, no un sueño, pero algo parecido.
Yo: ¿Un espejismo?
Tu: ¡Shht! Yaaa! ¿Porqué siempre quieres entenderlo todo? ¡Sólo vívelo!
Yo: Pero... ¡me conoces! Sabes que experimento más profundamente aquello que entiendo.
Tu: Si tu lo dices...
Yo: No te pongas así, chiquita. Lo sabes.
Tu: Tu siempre dices que sé lo que no sé. ¡Me haces sentir tonta!
Yo: ¿Yo? ¡Pero si lo que quiero es que te des cuenta lo inteligente que eres!
Tu: ¡Pues no eres bueno en ello!
Yo: Oh, ok, perdona...
Ya no sé qué decirte. Tartamudeo algunas preposiciones, pero nada con sentido sale de mi boca, por lo que prefiero guardar silencio por unos minutos. Cuando siento que el momento se está poniendo demasiado incómodo, tu sales al rescate. Primero esbozas una sonrisa sincera. Después me la contagias y me das un suave golpe en el hombro:
Tu: Me haces sonreír!
Yo: ¿Yo? ¿cómo?
Tu: Así, pensando qué decirme, tan vulnerable, tan auténtico, no queriendo aparentar!
Yo: Pero aún así te burlas...
Tu: Menso! No es burla! Si me burlara no me sonreiría.
Yo: ¿A no? Entonces qué harías?
Tu: Bueno, pues..., no sé, tal vez sonreiría!
Yo: ¿Entonces?
Tu: Bueno serían distintos tipos de sonrisas. Una sería burlona y la otra no.
Yo: ¡Oh! ¡Ahora veo! ¡Qué interesante!
Tu: ¿Ves? Tu sí te estás burlando.
Yo: No! ¿cómo crees? Tan sólo estoy siendo sarcástico.
Tu: ¡Oyeeee!
Y con ese último "¡oyeeee!" me das otro golpe suave en el hombro, pero ahora menos suave que el anterior.
Yo: ¿Realmente estamos aquí?
Tu: Ya te dije que no soy real. Tu sí, pero yo no.
Yo: Entonces, tu no sabes que estoy teniendo esta conversación contigo...
Tu: La verdadera yo no, pero yo, yo, sí.
Yo: ¿Tu, tu, sí?
Tu: Sí, yo, yo, sí.
Yo: Pues pareces muy real. ¿Puedo besarte?
Tu: Claro que no.
Yo: Eso es un sí en lenguaje femenino.
Tu: No, no siempre. A veces sí, y a veces no.
Yo: ¿Y cómo sabes la diferencia?
Tu: Tu eres muy creativo e inteligente. Tu sabrás determinarlo.
Yo: O sea que no sabes...
Tu: ¡Claro que sé! ¡Soy mujer! Pero si te digo pierde su chiste.
Yo: ...
Tu: ...
Yo: ¿En serio no me vas a decir?
Tu: ¡Qué nooooo! ¿¡Sabe!?
Sin más palabras, y antes de que terminas tu última frase, te beso. Te beso y te sorprendes, te asustas, te molestas, te indignas y te deleitas; todo eso al mismo tiempo. Un abrazo largo y suave concluye nuestro momento.
No recuerdo cuánto tiempo duró, ni si fue mucho el tiempo en que fingiste que pagaría caro mi osadía. Incluso si me hubieras hecho pagar, habría valido la pena. Dijiste que no eras real, pero eso me había parecido muy real. Creo que entendí que si dejaba que nuestra conversacion siguiera, todo quedaría en palabras, y no podría después demostrarte sin ellas lo que significabas para mí. Ese momento se grabó en mi como una fotografía eterna. Como una foto que podía sacar de mi bolsillo cuando quisiera para poder revivir cuanto se pudiera ese momento.
De repente un tope hace mover el camión frenéticamente, y mi mente se concentra de nuevo en mi realidad: Ya sigue mi parada. Presiono el botón, se para el camión, se abren las puertas, y bajo con firmeza. He llegado. Te has ido, como el camión que se ha ido a mis espaldas. Buscaré la oportunidad de dialogar de nuevo en otra ocasión, en otro momento menos interrumpido. En otra realidad quizá más somnolienta; para que nuestro diálogo en blanco, con y sin palabras, dure más tiempo, y sea más profundo.
Espérame, ahí estaré.
Comentarios originales del post en el blog de Windows Live Spaces
Completamente extrañado, te me quedo mirando para intentar descubrir cómo es que tu pareces tan certera en este lugar de libertad atemorizante.
Tu: No soy real! Por más que le busques no le hallarás sentido a mi presencia aquí.
Yo: ¿Cómo?, ¿Me estás diciendo que esto es un sueño?
Tu: Mmm, no un sueño, pero algo parecido.
Yo: ¿Un espejismo?
Tu: ¡Shht! Yaaa! ¿Porqué siempre quieres entenderlo todo? ¡Sólo vívelo!
Yo: Pero... ¡me conoces! Sabes que experimento más profundamente aquello que entiendo.
Tu: Si tu lo dices...
Yo: No te pongas así, chiquita. Lo sabes.
Tu: Tu siempre dices que sé lo que no sé. ¡Me haces sentir tonta!
Yo: ¿Yo? ¡Pero si lo que quiero es que te des cuenta lo inteligente que eres!
Tu: ¡Pues no eres bueno en ello!
Yo: Oh, ok, perdona...
Ya no sé qué decirte. Tartamudeo algunas preposiciones, pero nada con sentido sale de mi boca, por lo que prefiero guardar silencio por unos minutos. Cuando siento que el momento se está poniendo demasiado incómodo, tu sales al rescate. Primero esbozas una sonrisa sincera. Después me la contagias y me das un suave golpe en el hombro:
Tu: Me haces sonreír!
Yo: ¿Yo? ¿cómo?
Tu: Así, pensando qué decirme, tan vulnerable, tan auténtico, no queriendo aparentar!
Yo: Pero aún así te burlas...
Tu: Menso! No es burla! Si me burlara no me sonreiría.
Yo: ¿A no? Entonces qué harías?
Tu: Bueno, pues..., no sé, tal vez sonreiría!
Yo: ¿Entonces?
Tu: Bueno serían distintos tipos de sonrisas. Una sería burlona y la otra no.
Yo: ¡Oh! ¡Ahora veo! ¡Qué interesante!
Tu: ¿Ves? Tu sí te estás burlando.
Yo: No! ¿cómo crees? Tan sólo estoy siendo sarcástico.
Tu: ¡Oyeeee!
Y con ese último "¡oyeeee!" me das otro golpe suave en el hombro, pero ahora menos suave que el anterior.
Yo: ¿Realmente estamos aquí?
Tu: Ya te dije que no soy real. Tu sí, pero yo no.
Yo: Entonces, tu no sabes que estoy teniendo esta conversación contigo...
Tu: La verdadera yo no, pero yo, yo, sí.
Yo: ¿Tu, tu, sí?
Tu: Sí, yo, yo, sí.
Yo: Pues pareces muy real. ¿Puedo besarte?
Tu: Claro que no.
Yo: Eso es un sí en lenguaje femenino.
Tu: No, no siempre. A veces sí, y a veces no.
Yo: ¿Y cómo sabes la diferencia?
Tu: Tu eres muy creativo e inteligente. Tu sabrás determinarlo.
Yo: O sea que no sabes...
Tu: ¡Claro que sé! ¡Soy mujer! Pero si te digo pierde su chiste.
Yo: ...
Tu: ...
Yo: ¿En serio no me vas a decir?
Tu: ¡Qué nooooo! ¿¡Sabe!?
Sin más palabras, y antes de que terminas tu última frase, te beso. Te beso y te sorprendes, te asustas, te molestas, te indignas y te deleitas; todo eso al mismo tiempo. Un abrazo largo y suave concluye nuestro momento.
No recuerdo cuánto tiempo duró, ni si fue mucho el tiempo en que fingiste que pagaría caro mi osadía. Incluso si me hubieras hecho pagar, habría valido la pena. Dijiste que no eras real, pero eso me había parecido muy real. Creo que entendí que si dejaba que nuestra conversacion siguiera, todo quedaría en palabras, y no podría después demostrarte sin ellas lo que significabas para mí. Ese momento se grabó en mi como una fotografía eterna. Como una foto que podía sacar de mi bolsillo cuando quisiera para poder revivir cuanto se pudiera ese momento.
De repente un tope hace mover el camión frenéticamente, y mi mente se concentra de nuevo en mi realidad: Ya sigue mi parada. Presiono el botón, se para el camión, se abren las puertas, y bajo con firmeza. He llegado. Te has ido, como el camión que se ha ido a mis espaldas. Buscaré la oportunidad de dialogar de nuevo en otra ocasión, en otro momento menos interrumpido. En otra realidad quizá más somnolienta; para que nuestro diálogo en blanco, con y sin palabras, dure más tiempo, y sea más profundo.
Espérame, ahí estaré.
Comentarios originales del post en el blog de Windows Live Spaces
- KDMarch 19 6:35 PMun saludo maestro y las buenas vibras. Viva la mùsica. un gustaso. Ay cuando puedas èchale un vistaso a www.myspace.com/gerardokdac chedo brou1
- March 18 2:53 PMFelicidades Sobrino:Esto es lo tuyo!!!!Te esperamos por aqui
No hay comentarios.:
Publicar un comentario